Esta fue una actividad que hice durante la semana de diagnóstico en agosto. Esta estrategia fue para ver las hipótesis que surgían por parte de los niños si aparecía un ser extraño en el salón, es decir, evaluar su pensamiento reflexivo.
Durante todo el día estuvimos jugando a los exploradores y cuando subimos del recreo encontraron un cocodrilo en una de las mesas, fue algo sorprendente.
Algunos de verdad llegaron a pensar que estaba vivo y entonces fue necesario tocarlo. También me dijeron que era un cocodrilo de estatua pero si nos descuidamos se convierte en real.
Durante el desarrollo de la actividad yo fui una observadora, solo intervenía para hacer preguntas ¿porqué piensas eso? ¿Tu qué opinas fulanito? Para mi fue gratificante darme cuenta de la manera en que exploran lo desconocido, sus preguntas. Ya han pasado algunos meses desde esta actividad y Fue realmente emocionante para mis enanos, tengo que programar algo parecido muy pronto.