educación

En qué debo fijarme al elegir una escuela para mi hijo

En México el mes de febrero es el mes de las pre-inscripciones y para muchos papás es momento de tomar una decisión con respecto a la escuela a la que asistirán sus hijos. A nosotros aún nos faltan dos años para tener eso en mente, pero como ex-maestra este es un tema que me resulta importante. Hace un par de meses fuimos a una clase muestra de estimulación temprana y desde el momento que entre al lugar pude percibir algunos detalles que probablemente no todos los papás tomarían con importancia y de ahí nació la idea de esta publicación, me gustaría enlistar algunos consejos de que cosas debemos tomar en cuenta al momento de elegir una escuela:

  • El método: actualmente tenemos una variedad de escuelas que van desde las tradicionales hasta otras que comulgan más con la pedagogía activa (donde el niño tiene un papel protágonico en la formación de su propio conocimiento). Un ejemplo de estas son las comunidades Montessori. También hay otras más alternativas como las escuelas Waldorf. La escuela perfecta dependerá de las necesidades especificas de tu hijo. Algo importante es que si optas por una metodología en especifico, debes tener cuidado que realmente sus profesores hayan sido formados en esa línea, es decir, una escuela Montessori necesita guías certificadas y no cualquier profesor.
  • Seguridad: cuando visiten la escuela que tienen contemplada, observa todo con recelo: ¿Cuántas salidas de emergencias existen? ¿Los apagadores están al alcance de los niños? ¿Existen suficientes extintores? ¿Las escaleras tienen protección? Todo puede ser un peligro, por ejemplo, un salón de clases excesivamente decorado podrías resultar más inflamable
  • Cantidad de alumnos por maestra: no es lo mismo trabajar con 20 niños de 10 años que 20 niños de 2 años. Si te gustaría que acompañen a tu hijo al baño o lo asistan en otras actividades, no esta de más preguntar ¿con quién se quedaría el resto del grupo? Es decir, no te gustaría saber que tu hijo sufrió un accidente y la profesora no estaba ahí porque debía limpiar a Fulanito en el baño.
  • La formación profesional de los docentes y asistentes: Los maestros deben tener una licenciatura en educación, pedagogía, educación física, etc. Es probable que exista en el aula el papel de la asistente, ella es la encargada de acompañar a los niños al baño, ayudarles a abrochar su bata, entre otras cosas. Lo ideal es que la asistente tenga formación en puericultura. No es correcto que quien se encarga de “echarle un ojo a los niños” sea por dar un ejemplo la señora de limpieza, el cuidado de los niños no es cualquier cosa y no debe tomarse a la ligera.
  • Rotación de personal: Una escuela que cambie fácilmente de plantilla docente nos habla de dos cosas: que el personal no es feliz con las condiciones laborales (y de alguna manera podría verse reflejada en su desempeño), y al tener miembros nuevos en cada momento, las labores de capacitación no terminan y les costará más trabajo cumplir el perfil de egreso prometido.
  • Continuidad del programa: si la escuela es únicamente preescolar pregunta ¿cuáles primarias son compatibles con su programa? o ¿ a dónde van normalmente sus egresados?
  • Opinión de otros padres: actualmente es fácil enterarte de lo que otros padres opinan con respecto a la escuela, existen páginas de maternidad de cada ciudad y seguramente si preguntas recibirás una lluvia de opiniones, antes de hacer un juicio sesgado en una sola opinión compara varias, recuerda que cada quien hablará basándose en su experiencia personal.

Si este será el primer año de tu niño en la escuela te invito a leer mis consejos para la escolarización y esta lista de cinco cosas que debe saber tu hijo antes de ir a la escuela. Disfruten cada momento de esta nueva etapa.