Antes de que la princesa llegará a nuestras vidas el papá geek y yo eramos realmente amantes del cine. Nuestra idea de cita ideal era hacer una hora de fila para un estreno de media noche (sí, aun con lugares numerados) para disfrutar de las películas antes que nadie, cenar hot dogs y nachos parecía un sueño, pero todo esto cambio a la par de que nos aventuramos en la paternidad.
Nuestra última película en el cine antes de ser padres fue “Solo: A star War story” , tenía ya 40 semanas de embarazo y les tengo que confesar que dormí más de la mitad de la película, cinco días después nació nuestra niña y con ella nuestras salidas al cine terminaron. Cuando comento con otros padres que aún no la hemos llevado al cine en algunos casos comentan: “¿pero lo han intentado? es que algunos niños ni lloran y te dejan ver toda la pelicula” “mi niña fue a los tres meses y estuvo muy tranquilita, se durmió todo el tiempo”.
Pero la verdad es que mi niña no ha ido al cine porque tenga miedo a que llore y moleste a los otros espectadores, claro que los demás son importantes, pero lo hago por ella.
Son un par de puntos, los que nos han hecho tomar la decisión de esperar un poco antes de compartir la experiencia con ella:
Los niños menores de dos años no deben ser expuestos a pantallas
La Academia Americana de Pediatría (AAP) lo deja muy claro: Los menores de dos años no deben estar expuestos a pantallas (televisión, tablets, celulares y obviamente salas de cine), los menores de 18 meses ni siquiera prestan atención al programa en si, por capacidades cognitivas no son capaces de seguir la secuencia y los diálogos del programa. Además de que la exposición prolongada a estos aparatos tiene repercusiones en su desarrollo cognitivo, como en la atención y la creatividad.
Nuestra intención de crianza era cero pantallas y durante los primeros meses fuimos muy estrictos con eso, de tal modo que ni siquiera veíamos nuestras series de superheroes si ella se encontraba despierta, poco a poco le hemos permitido un poco interactuar con un que otro programa para niños previamente seleccionado por nosotros. Cuando cumplió sus 18 meses ella mostró por si sola el interés y aunque preferimos pase su tiempo en actividades creativas y de exterior, le hemos permitido ver un episodio al día de alguna caricatura.
Un episodio de la mayoría de las caricaturas dura 25 minutos a lo mucho, una película dura generalmente 1 hora y medio o más, eso es mucho más de lo recomendado incluso para niños de entre 2 y 5 años.
El sonido sobrepasa los decibeles permitidos en niños pequeños
El sonido tiene como unidad de medida los decibeles (Db) y un bebé no debe exponerse a sonidos mayores a 80 Db y el sonido de una película puede llegar a los 120 Db, exponer a un bebé o niño pequeño a ruidos fuertes durante periodos prolongados trae repercusiones tanto físicas (dañando directamente los tímpanos) como psicológicas (estrés, irritabilidad, etc.) la recomendación es no llevar a menores de tres años al cine y con ello evitar exponerlos a sonidos fuertes.
19 meses después de convertirnos en padres fuimos a ver una película en el cine, este rencuentro con las salas de cine me hizo confirmar nuestra decisión de esperar hasta después de los tres años; sin ser una sala especial el ruido era tan fuerte que sentía vibrar mi asiento. ¿Extrañamos el cine? claro que sí, quizá ya no sintamos que esta muy pequeña para quedarse con alguien mientras salimos y eventualmente salgamos como antes, pero aunque me muero por ir con ella a los estrenos de Disney se que podemos esperar un poco más.