Ser mamá

Mamá también se enferma

El cambio de temporada viene acompañado de una gran variedad de enfermedades, especialmente respiratorias, y aún cuando quisiéramos, las mamás no estamos exentas de contagiarnos.

Hace unos días comencé a sentir una molestia en mi garganta y después de trabajar en una incubadora de virus (alias “el preescolar”) sabía perfectamente como se sentían los primeros síntomas de faringitis, así que inmediatamente corrí al doctor quien me confirmo el diagnostico: estaba apenas iniciando con una infección en la garganta.

Al ser mi primer enfermedad como mamá, las dudas se hicieron presentes: ¿Podré tener el reposo indicado? ¿Cómo continuar con la lactancia y no afectar a mi bebé? ¿Y si ya la enfermé? Entre ese mar de dudas la información como siempre fue mi aliada y te quiero compartir lo que estuve leyendo sobre cómo continuar con la lactancia y recuperarse de una enfermedad.

Lo primero es saber que tu bebé ya estuvo expuesto al virus, es decir, antes de que presentaras los síntomas que te hicieron dar cuenta de la enfermedad, viviste un periodo de incubación, así que no descartemos la posibilidad de que también enferme. Si es un niño que puede comunicarse puede que exprese verbalmente sus molestias, pero si, como en mi caso, se trata de un bebé pequeño, serás tú quien deba estar atenta a su cambios de conducta o posibles reacciones (llanto incontrolable, fiebre, etc.).

La mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia, en la página http://www.e-lactancia.org puedes revisar si el medicamento que te recetan es seguro o no. Yo antes de salir del consultorio le dije al doctor que revisaría la compatibilidad de todo lo recetado, aclarando que no es por dudar de él sino para estar segura. Finalmente confirmé que todos los medicamentos eran totalmente compatibles con la lactancia. Si no fuera el caso y alguna medicina fuera incompatible, como seguía en el consultorio el doctor podría cambiar la receta.

El único cambio que hice fue que durante los primeros días alimentaba a mi bebé utilizando un tapaboca, para evitar seguir exponiéndola al virus.  Cuando mamá se enferma su cuerpo trabaja para salir de la enfermedad  y al amamantar estamos pasando estos anticuerpos al bebé (¡punto para la lactancia!).

Sobreviví a mi primera enfermedad como mamá. El descanso ayuda a recuperarnos pronto y ya sé, como mamá el descanso parece algo utópico, pero aunque no podemos pasar el día en cama, establezcamos prioridades: que la casa espere; en estos días somos sólo mi bebé y yo.

Esperamos que la primera enfermedad de la princesa tarde todavía en suceder.