En mi boda tuvimos 10 niños en su mayoría de edad preescolar o primeros años de primaria. Aun cuando el lugar de la boda tenía su propia área de juegos (una casita padrísima que parecía de verdad sólo que todo en tamaño niños), les prepare un detalle especial para ellos: unas cajitas de sorpresas.
Al abrirlo, lo primero que se veía es un librito de actividades personalizado que hice, principalmente pensando en las niñas que son más de colorear y resolver actividades. Además incluí otras cositas: una masita play doh, dulces, crayolas, hoja de estampas, burbujas y para las niñas una libretita y para los niños una raqueta con pelota.
El local ofrecía un menú infantil y bueno después de ver lo que sí se comen los niños de mi clase, optamos por nuggets y papas. Contratamos el servicio de unas niñeras y a ellas les pedí apoyo para repartir las cajitas (después de comer, ya saben eso de maestra con reglas no se me quita)