En estos días en casa hemos aprovechado espacios que teníamos un poco olvidados, como el jardín o la terraza. Como consecuencia natural de la primavera los bichos están por todos lados, principalmente en el jardín y la princesa ha despertado su interés por ellos. No pude perder la oportunidad de usarlos como escusa para nuestras nuestras actividades de Tot School:
La planeación que seguimos fue la siguiente:
Los insectos de plástico que utilizamos en algunas de las actividades, los tenía desde hace mucho entre mi material didáctico como maestra, en Amazon encontré estos muy parecidos: insectos de plástico en un buen precio.
La actividad de rescatar insectos de la canasta con “telarañas” promueve la coordinación motriz fina. En un principio la princesa presento resistencia para meter la mano en la canasta, después de ver a mamá hacer la actividad se animó a probar y termino por repetirla varias veces.
Marcar las huellas de los insectos fue una actividad que nos gustó mucho. Hicimos masita casera con la receta que compartí hace un par de años aquí: masita casera (me encanta esta receta porque realmente quedan como masitas comerciales).
Como actividad es realmente divertida y para mí fue incluso relajante.
Las catarinas se hicieron en dos pasos, primero fue sólo pintar dos platos de rojo, después yo pegué las marcas negras en uno de lo platos y ella buscó seguir el modelo. Sinceramente no esperaba un resultado tan preciso. Seguir modelos favorece la observación, percepción y es base del pensamiento lógico matemático.
Idealmente debimos utilizar un matamoscas para hacer la actividad de seleccionar insectos por color, pero como no teníamos uno terminamos por utilizar una espátula de cocina. Comenzamos la actividad recordando los colores básicos mientras pegaba los dibujos a la pared: este es rojo, este es azul y este es amarillo. Después simplemente le pedí tocara la con la espátula un insecto a la vez haciendo preguntas como la siguiente: ¿cuál es el escarabajo rojo?
Sin duda la actividad que más disfrutó mi niña fue la de la canción de las abejas, porque terminaba en un divertido juego de persecución.
Esta semana de actividades fue pensada en niños de año y medio a los dos años, pero podría perfectamente trabajarse con niños un poco mayores incluso con pequeñines de edad preescolar.